martes, 24 de noviembre de 2015

EJE 4 - Actividad 1. Lectura y escritura exploratoria

INTELIGENCIA ARTIFICIAL
INTRODUCCIÓN
Cuando en los años cuarenta se pusieron a funcionar las primeras computadoras (esos roperos de metal, llenos de bulbos) se les llamó “cerebros electrónicos”, ya que podían hacer sumas. Esto hizo imaginar a muchos: “Mañana las máquinas conversarán con nosotros”. Mientras los alumnos de cibernética seguían perforando tarjetas, en el cine la computadora HAL se ponía paranoica y tomaba la decisión de asesinar a los astronautas de la película 2001, Odisea del Espacio.
La industria de las computadoras no dejó de evolucionar y, de pronto, aquellos enormes aparatos con grandes cintas de carrete se volvieron pequeños y mucho más fáciles de operar. Un día ya tenían un monitor y un teclado para comunicarnos con sus circuitos. Al día siguiente aparecieron en nuestras casas las computadoras personales y hoy están por todos lados, volviéndose indispensables.
DESARROLLO
La palabra robot  ya ha dejado de ser sinónimo de androides metálicos que van moviendo sus brazos como tentáculos. Los robots dejaron de ser ficción en los años ochenta, cuando brazos gigantes que se movían obedeciendo un programa predeterminado, desplazaron a los obreros en las fábricas automotrices de Japón. Y aunque la robótica tiene el objetivo de poner a las máquinas a trabajar en todas las áreas posibles, esto es caro y complicado. En los Estados Unidos han logrado crear un modelo que es capaz de caminar, captar el movimiento de una pelota en el aire y cacharla con su mano mecánica. Sin embargo, para ejecutar un movimiento tan sencillo, el costoso robot (que asemeja más a una maraña de alambres y pistones hidráulicos que a un humano) está conectado a varias computadoras que trabajan a su máxima capacidad intentando coordinar lo que detectan los “ojos” (varias cámaras de video) y el movimiento del brazo y la mano. Aunque es cierto que Mike —otro robot acoplado a una lavadora rodante que limpia, pule y abrillanta pisos— es aún tan caro que cuesta menos tener un empleado que lo haga, no siempre será así. Un día, la producción en masa hará a los robots baratos.
¿Puede la inteligencia ser artificial?
La inteligencia artificial (IA) puede definirse como el medio por el cual las computadoras, los robots y otros dispositivos realizan tareas que normalmente requieren de la inteligencia humana. Por ejemplo, la resolución de cierto tipo de problemas, la capacidad de discriminar entre distintos objetos o el responder a órdenes verbales. La IA agrupa un conjunto de técnicas que, mediante circuitos electrónicos y programas avanzados de computadora, busca imitar procedimientos similares a los procesos inductivos y deductivos del cerebro humano.
El avance en la investigación de las redes neuronales va ganando terreno a una velocidad espectacular. Entre sus aplicaciones destaca la poderosa computadora Deep Blue, que puede vencer a cualquier jugador de ajedrez: no sólo tiene gran cantidad de jugadas programadas, sino que aprende de su adversario, por lo que se va volviendo capaz de adelantarse a las decisiones de su enemigo y hundir sus estrategias antes de que prosperen. Esas redes también se han usado en los autos robot, que pueden circular por las autopistas a una velocidad normal con un excelente margen de seguridad. Siguiendo esta línea de avance, es posible que en la próxima década sea común que en la central de autobuses una máquina pregunte al pasajero si desea viajar en un autobús conducido por un humano o guiado por computadora; este último servicio será más seguro y por lo tanto más caro.
Se espera que en poco tiempo, imitando el funcionamiento de nuestro cerebro, las computadoras ya no tendrán un gran procesador, sino miles (y más adelante millones) de pequeños procesadores totalmente interconectados entre sí, lo que permitirá la maravillosa capacidad de aprender a través de experiencias recogidas por los “sentidos” de la máquina (cámaras de video, micrófonos, etcétera).
¿Qué podemos esperar en el futuro?
Se han hecho cuantiosas predicciones de lo que la aplicación de las técnicas de IA traería en el futuro; algunas podrían ser realidad en poco tiempo y otras parecen francamente especulativas.
Echemos un vistazo: En el terreno de las computadoras personales, la velocidad de un procesador será enorme y no podremos agotar su memoria ni cargando ciclos enteros de cine ruso, que podremos ver doblados al español con una voz idéntica a la de los actores.
La red Internet, que llegará a nuestra casa a través del cableado óptico, transportará inmensas cantidades de información que serán cargadas en nuestra computadora en décimas de segundo.
Las imágenes aparecerán instantáneamente y nos reiremos de la época en que una página tardaba hasta 10 minutos en “bajar”.
Los estudiantes tendrán cada vez más clases virtuales en las que accederán directamente a los bancos de información de la universidad y se comunicarán con sus maestros sólo para resolver dudas o exámenes.
Pronto los robots comenzarán a desplazar al personal que nos atiende detrás de las ventanillas. Una máquina podrá perfectamente cambiarnos un cheque y resolver de manera satisfactoria las dudas sobre nuestro estado de cuenta.
Quedarán en el pasado los tipos de traje peleándose a gritos en las casas de bolsa. Las computadoras, conectadas en red a los indicadores bursátiles de todo el mundo, moverán los capitales de un lugar a otro, sin que sea necesaria la voluntad humana, obedeciendo tan sólo a agresivos programas que beneficiarán a los dueños del dinero, sin importar si una nación se hunde en una pavorosa crisis en algunos instantes.
Los edificios “inteligentes” serán comunes. Al llegar a casa la puerta se abrirá con el sonido de nuestra voz.
Es muy probable que en pocos años, robots cirujanos realicen complejas inter quedado sola, ahorrando electricidad. La temperatura también será regulada por la computadora central para ofrecernos un clima venciones utilizando el instrumental quirúrgico con la precisión de una impresora. Algún día, el Sojourner, el robot que exploró Marte, será una caja de zapatos comparada con los que llegarán a ese planeta, no para posar un espectrómetro sobre las piedras, sino para construir los centros urbanos de los primeros colonizadores. La última frontera serán los robots biológicos autorreplicantes que poblarán en nuestro nombre otros sistemas solares hasta hacerlos habitables para nuestra especie.
CONCLUSIÓN
Al parecer la inteligencia artificial promete un mundo fantástico, pero ¿realmente lo será? ¿Qué pasará, por ejemplo, con la enorme cantidad de seres humanos que no tienen acceso a la educación ni a la tecnología?, ¿qué pasara con las relaciones humanas y con la economía, con la enorme brecha entre ricos y pobres, entre desarrollo y subdesarrollo? No sabemos a ciencia cierta cuál será el futuro de la humanidad, pero sí sabemos que indudablemente cambiarán las relaciones de producción y quizá de comunicación. Es altamente probable, por ejemplo, que se agrave aún más el problema del desempleo; que se transformen radicalmente los conceptos de ocio y tiempo libre; que cambien las relaciones laborales entre patrones y trabajadores; que haya una revolución aún mayor en cuanto al acceso a la información y que se agudicen las diferencias entre países hacedores de tecnología y de aquellos históricamente dependientes. Es casi seguro que la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico subsecuente estarán al servicio de una minoría. Si por el contrario, el desarrollo tecnológico –y específicamente la inteligencia artificial— se utiliza para lograr que todos en este planeta logremos un mejor nivel de vida en estricta relación con el medio ambiente, tal artificio será realmente inteligente.

¿Por qué has elegido este tema?
En una primera instancia me pareció interesante el título de la publicación, aunque sinceramente después de haber leído todo el documento me sorprendí de como a avanzado la tecnología y lo que se pronostica que puede venir, y gracias a esto me e motivado más en seguir preparándome para estar preparado para las exigencias futuras que se pudieran presentar
¿De dónde partiste para empezar a escribir?
Partí de la lectura del eje donde sinceramente me confundí mucho sobre lo que tenía que hacer en esta actividad y después de haber leído decidid realizar mi trabajo con la estructura de introducción, desarrollo y conclusión del autor.

martes, 10 de noviembre de 2015

Eje 3 - Actividad 1 - Mapa Conceptual

Mapa Conceptual de la lectura: Aprendizaje autónomo: eje articulador de la educación virtual.

viernes, 23 de octubre de 2015

Estudiante en Linea

¿Qué es ser un estudiante en línea?

Hoy en día el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han venido a transformar la forma en como interactuamos, pero sobretodo, la manera en como aprendemos; ejemplo de ello, es la creación de escuelas virtuales.
La enseñanza colaborativa basada en Internet, da lugar al surgimiento de la educación en línea, la cual propicia un cambio sustancial, dejar de ser alumnos para convertirse en estudiantes.
Es importante, no perder de vista que “La educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que, ubicados en espacio diferente al de aquellos, aprenden de forma independiente o grupal.”
Las características que debes poseer como estudiante, y los retos a los que te enfrentarás para lograrlo dentro de la educación en línea son:

Características:
  1.          Actitud proactiva.
  2.          Compromiso con el propio aprendizaje.
  3.          Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias
  4.          Actitud para trabajar en entornos colaborativos
  5.          Metas propias.
  6.          Aprendizaje autónomo y Autogestivo.

Retos
  •          Dejar atrás el aprendizaje dirigido.
  •          Evita memorizar y repetir el conocimiento.
  •          Dejar atrás los entornos competitivos.
  •          Gestión y administración del tiempo.
  •     Destrezas comunicativas.

El desafío más grande como estudiante en línea será convertirte en todo un alfabeta digital. Es decir, “conocer cuando hay una necesidad de información; identificar las necesidades de la información; trabajar con diversas fuentes y códigos de información; saber manejar la sobrecarga de información y discriminar la calidad de las fuente de información; organizar la información; usar la información eficazmente; y saber comunicar la información encontrada a otros.”. Se trata de navegar en la red y no naufragar en ella.


Ser un estudiante en línea no es fácil ni difícil, basta, con aplicar estrategias y acciones que te permitan autogestionar tu aprendizaje, asimismo, resulta fundamental crear un compromiso contigo y con tu aprendizaje, así como desarrollar tu comprensión lectora, puesto que el entender lo que lees te evitará frustraciones y pérdidas de tiempo.